La canción se volvió viral y está en los primeros puestos de la lista de Billboard en EE UU
Fuente: El Naional.com
La canción «We don’t talk about Bruno», de
la película de Disney Encanto, logró situarse en los primeros lugares en las
listas de éxitos en Estados Unidos, compartiendo el podio con artistas como
Adele y Glass Animals, al tiempo que se posicionó como número uno en Reino
Unido.
El tema es tan pegadizo que miles de
personas han subido videos a TikTok cantando y bailando con él de fondo.
De hecho, ha superado el éxito que tuvo
hace unos años la canción «Let it go» de la película de Disney Frozen,
alcanzando el puesto número 4 en la lista de Billboard (Let it go llegó al 5º).
Lo curioso es que, al parecer, Disney no
pensó que el impacto de la canción iba a ser tan grande, por lo que decidió
postular otro tema de Encanto para los premios Oscar.
¿Cuál es el secreto del éxito de We don’t
talk about Bruno? Aquí te damos tres razones que pueden explicarlo.
1.
La temática
«We don’t talk about Bruno» fue adaptada
como «No se habla de Bruno» para la versión en español y es el tema que
identifica al personaje misterioso de Encanto.
Se trata de Bruno, el tío vidente del que
nadie habla en público y que refleja el típico tema familiar que es un secreto
a voces y genera polémica, así que se evade tajantemente durante la cena.
La canción recrea esa dinámica y lo hace
usando palabras y escenas muy gráficas.
«A los niños siempre les han gustado las
canciones escalofriantes, medio tenebrosas, y esta dice, por ejemplo: ‘Terror
en su faz, ratas por detrás, al oír tu nombre no hay marcha atrás'», le explica
a BBC Mundo Mauro Castillo, músico independiente y una de las voces principales
de la canción.
Ese componente de misterio se refuerza con
la inclusión de otros personajes de la película que cuentan su experiencia o
anécdotas con el tío Bruno. Al final se logra una canción de muchas voces que
casi pelean entre sí en un relato coral muy dinámico.
Su compositor, Lin-Manuel Miranda, quien
tiene una amplia experiencia en la musicalización de creaciones teatrales y
cinematográficas, ha dicho que se inspiró en el teatro.
«Lo que estaba tratando de hacer es mucho
más común en el teatro musical que en las películas musicales. Tienes esos
grandes momentos en los que todos obtienen una pequeña obra maestra y luego los
fusionas. Pienso en One Day More de ‘Los Miserables’ o Non-Stop de ‘Hamilton’.
Siempre es un momento encantador cuando puedes sobreponer todos los temas entre
sí», comentó Miranda en una reciente entrevista.
2.
La diversidad de sonidos
Esta es una canción difícil de encasillar
por la multiplicidad de voces, ritmos y escenas que la componen.
La composición «logró unir la temática,
rescatando el ritmo montuno con chachachá. Por ahí se alcanza a oír como un
tambor alegre, pero también hay influencia del rap y del trap», explica
Castillo.
Y según él, es justamente esa mezcla la
que ha conquistado millones de oídos. «Creo que la gente estaba esperando más
de la escena urbana latina. Hay un interés en otro tipo de sonidos más allá del
chicapum del reggaetón».
«Esta canción, por ejemplo, está en un
tempo que tiene la tendencia a seducir a quien baila, a quien le gusta moverse.
Es un tempo más bien relajado y hace que sea fácil mover un pie y luego el
otro», agrega.
La mezcla puede entenderse, también, como
una especie de deconstrucción de la percusión más tradicional. «Se siente un
tambor de vez en cuando que es lento, no tan rápido como al que estamos
acostumbrados en Latinoamérica. En esta canción está sugerido, no es tan
textual como cuando está presente en el loop que se arma en una salsa,» aclara
el músico.
Así que el éxito de la canción puede
radicar, también, en que la gente no solo quiera cantar y representar la
canción, sino que esta permite bailar y entrar fácilmente en modo de fiesta y
celebración.
3.
La industria detrás de la canción
Aunque una canción tenga todo el potencial
para volverse viral, no es fácil lograrlo.
En este caso, «Disney tiene la
infraestructura para arrasar en consumo porque es la empresa más grande de
entretenimiento familiar y aun así no deja de sorprender que pueda lograr
éxitos tan contundentes», comenta a BBC Mundo el escritor y periodista musical
Juan Carlos Garay.
Además, We don’t talk about Bruno y la
música de Encanto en general también se han beneficiado del ecosistema digital.
«Yo considero que dentro del contexto de
Disney hay temas mucho más antiguos que sobrepasan en calidad a esta canción,
pero pertenecen a otra época. Ahora lo que pasa es que hay mayores
posibilidades de impactar y medir audiencias», agrega.
Al final es una canción que ha generado
mucho interés sin importar la edad de la audiencia, pero que también está
cobijada por un producto mucho más grande que ha sido adaptado a diferentes
idiomas, con una gran exposición en prensa global y con artistas de renombre
impulsándolo en redes sociales.
Pero si bien la canción y la banda sonora
han tenido un éxito abrumador, ha surgido otra discusión sobre la
representación de la música colombiana en la música de Encanto.
Después del éxito de Coco, la película de
Disney inspirada en México, en la que se hacía un claro homenaje a los ritmos
tradicionales de ese país, las expectativas puestas sobre Colombia eran muy
altas.
La
crítica local
Aunque Encanto ha sido muy bien recibida
en Colombia y en general se ha celebrado el homenaje que se le hace al país y a
su multiculturalidad, para algunos críticos y músicos colombianos, la música,
en cambio, no refleja del todo la riqueza sonora del país.
Una de ellas es la cantante María Mulata,
quien expresó su opinión en Facebook. A ella, aunque cree que la película es
muy valiosa y está muy bien producida, le hubiera gustado «encontrar más ritmos
colombianos, más fieles», sin que eso significara perder el tinte
internacional.
También recalca que, en el caso de Coco,
«hay presencia fiel del son jarocho, el bolero y la ranchera, siendo México un
país menos diverso que Colombia en cuanto a ritmos».
Esto mismo lo comparte Garay: «Yo vi la
película con mis hijos y me sentí en un musical con pequeños toques de acordeón
o cuatro llaneros para dar color, pero con una exploración muy tímida, si es
que se pretendía mostrar el folklore musical colombiano», concluye.
De la banda sonora de la película, la
canción que se ha percibido, de alguna manera, más colombiana es «Colombia, mi
encanto».
Ese tema principal, compuesto por Miranda e interpretado por Carlos Vives, cuenta con una clara influencia de la música de este último, que como él mismo dice no es folklórica, pero sí se inspira en ritmos tradicionales colombianos.
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