118 diputados votaron a favor de mantener la medida
sanitaria en lugares como bares, cines, restaurantes o cualquier
establecimiento cerrado en el país
Fuente: El Nacional
La Asamblea
Nacional francesa dio este viernes luz verde para que el uso del certificado
covid, que es imperativo para muchos actos de la vida corriente como ir a un
bar o a un restaurante, pueda prolongarse hasta finales de julio si el gobierno
lo considera necesario.
Un total de 118
diputados votaron en favor de esa disposición, la principal de un proyecto de
ley del gobierno de Emmanuel Macron sobre medidas de vigilancia sanitaria,
mientras que 89 se pronunciaron en contra.
La ley finaliza
su tramitación en la Asamblea Nacional, que es la que tiene la última palabra,
después de que el Senado hubiera intentado modificar varios puntos, y en particular
el de la extensión del uso del certificado covid.
De hecho, varios
grupos de la oposición ya han anticipado que recurrirán ante el Consejo
Constitucional un texto al que reprochan que dé unas prerrogativas exageradas
al Ejecutivo con esa prolongación.
El Senado había
querido limitar el uso del certificado covid
hasta el 28 de febrero, pero el voto de los diputados invalida esa
tentativa.
En la práctica,
eso significa que se podrá mantener como ya ocurre desde este verano la
obligación de presentar el certificado covid para ir al cine, al teatro, a un
museo o a cualquier espectáculo que se celebre en un espacio cerrado o en un
estadio.
El ministro de
Sanidad, Olivier Véran, lo justificó durante el debate parlamentario con el
argumento de que el virus sigue circulando. La pandemia sigue en particular en
otros países europeos donde se habían levantado medidas de freno.
Con esta ley,
subrayó Véran, se trata de poder activar esas medidas en función de la
situación epidémica y hasta el 31 de julio.
Eso incluye la
posibilidad de restringir los desplazamientos, las concentraciones o el acceso
a ciertos lugares o imponer la mascarilla.
Estado De Emergencia
Sin embargo,
para restablecer el toque de queda o los confinamientos, habría que volver a
imponer el estado de emergencia sanitaria del que Francia salió a finales de
mayo.
La ley endurece
las sanciones contra los que cometen fraudes con el certificado sanitario, que
podrán ser condenados hasta a cinco años de cárcel y a 75.000 euros de multa
para los que hagan falsificaciones.
La epidemia está
repuntando en Francia pero a un ritmo moderado, con cerca de 10.000 casos
diarios en la última semana (9.502 este jueves). Eso se nota en los hospitales
desde mediados de octubre.
De un mínimo de
6.300 hospitalizados por covid entonces se pasó a 6.718 ayer, y de poco más de
1.000 en las unidades de cuidados intensivos a 1.099.
Esas cifras están muy lejos de los 31.000 hospitalizados y 6.000 internados en las ucis durante la última gran oleada en abril. En la actualidad 74,4% de la población tiene la pauta completa.
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