El secuestro del velero Klinker destapó lo que era un
secreto a voces en las costas del estado Sucre: las aguas orientales están
tomadas por grupos armados. Onsa Venezuela advirtió sobre los riesgos de
navegar por las costas orientales y por aquellas cercanas a las fronteras con
Colombia
Fuente: El Pitazo
Carúpano.- Las costas
orientales tienen algo más que belleza: son inseguras, una zona de peligro. Así
las define la Organización Nacional de Salvamento y Seguridad Marítima de los
Espacios Acuáticos de Venezuela (Onsa). Si hay que ser más específicos,
entonces hablamos del trayecto entre el oriente de Margarita y el delta del
Orinoco, en los estados Nueva Esparta y Delta Amacuro, respectivamente.
Son áreas
marítimas donde algunos delitos, como el narcotráfico, la trata de personas y
la piratería, ponen en riesgo a cualquier tripulación, detalló Onsa Venezuela
este 5 de octubre en una rueda de prensa. En esta, el vocero de la
organización, vicecomodoro Luis Inciarte, aconsejó a las tripulaciones que
eviten la navegación por estos espacios.
Las costas de
Paria son las que más preocupan a la organización. Están ubicadas en el estado
Sucre y han sido “tomadas por la delincuencia organizada y la piratería. Es una
zona fuera de control y es tan peligrosa como aquellas con las que limitamos
con Colombia. Son espacios en los que se necesita una asignación de buques de
la Armada para establecer una ruta segura”, explicó Inciarte.
La ruta
mencionada por Onsa Venezuela es la misma donde el pasado 15 de septiembre
ocurrió el secuestro y tortura de Fabio Tabares, el tripulante del velero
Klinker interceptado por cuatro embarcaciones con 40 hombres armados con
fusiles de asalto AK 47 y AR 15.
El caso de
Tabares ocurrió frente a las costas de Carúpano, municipio Bermúdez. Su caso
destapó lo que es un secreto a voces en el estado Sucre y que los pescadores han
denunciado a El Pitazo con los tres naufragios ocurridos en Güiria: las aguas
orientales están tomadas por grupos armados. Su presencia causa temor entre los
habitantes, quienes corren peligro de tan solo mencionarlos.
Tabares fue
llevado hasta una fosa común con restos humanos y liberado con la condición de
que pagara 100.000 dólares. Hasta el momento se desconoce si Tabares pagó tal
suma y si en esa fosa común hay restos de las personas desaparecidas en los
naufragios ocurridos entre 2019 y 2020 en las costas sucrenses. Es una ruta que
Onsa Venezuela ligó con el narcotráfico y la trata de personas.
Botes atacados
Onsa Venezuela
indica que la presencia de grupos organizados se acentuó desde hace 10 años y
que no hay registros actuales sobre la cantidad de ataques debido a la falta de
respuestas de las autoridades de seguridad venezolanas. Por ejemplo, hasta 2010
la organización manejó hasta 60 denuncias de hurtos en las costas de Margarita
y ahora desconocen cuántos ocurren.
El temor a ser
atacados también incide en la falta de estadísticas, aseguró Inciarte, quien
hizo un llamado a las autoridades de seguridad venezolanas a tomar cartas en el
asunto, brindando seguridad a quienes deciden navegar por las aguas
venezolanas. “Se necesita una infantería completa para limpiar la zona”,
sugirió.
La organización
precisó que son grupos delictivos de venezolanos que atacan las embarcaciones
que salen desde Venezuela hacia Trinidad. Inciarte explicó que las
tripulaciones atacadas son aquellas que navegan cercanas a las costas o que
llevan personas a comprar mercancía a Trinidad y a otras que emigran de manera
ilegal.
Son botes peñeros que no pesan más de 500 toneladas y en los que van personas que llevan entre 2.000 y 3.000 dólares para comprar mercancía en Trinidad y que luego comercializan en Venezuela. La organización denunció que son barcos que salen de puertos no autorizados, al igual que lo hacen aquellos que salen de Güiria.
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