A petición de las autoridades panameñas, las navieras
de Necoclí limitan el número de pasajes a la venta hacia el municipio
fronterizo de Acandí a 650 al día
Fuente: El Nacional
El gobierno de
Colombia pidió este martes a Panamá que «facilite» la entrada a su territorio a
los migrantes que sean menores o mujeres en estado de embarazo para que eviten
el riesgoso paso clandestino a Centroamérica por las selvas del Darién.
El Defensor del
Pueblo (ombudsman), Carlos Camargo, pidió al país vecino la creación de un
corredor «que facilite el tránsito de niños, niñas, adolescentes, mujeres
gestantes y mujeres lactantes, sin que tengan que exponer su vida».
La solicitud fue
hecha en una reunión con autoridades del municipio de Necoclí (noroeste), donde
unos 20.000 migrantes, la mayoría haitianos, aguardan para embarcarse hacia las
selvas de las frontera colombo-panameña.
A petición de
las autoridades panameñas, las navieras de Necoclí limitan el número de pasajes
a la venta hacia el municipio fronterizo de Acandí a 650 al día.
Miles de
viajeros que buscan llegar a Estados Unidos están represados a la espera de un
cupo en los botes que cruzan el Golfo de Urabá.
Desde Acandí los
migrantes emprenden una travesía de entre cuatro y cinco días a pie hasta el
poblado panameño de Bajo Chiquito.
En el camino
deben sortear abismos, serpientes, bandas de asaltantes y violadores. También
pagan alrededor de 300 dólares a grupos de «guías» que custodian el sendero
selvático del lado colombiano de la frontera.
La ruta ha
vivido un boom de migrantes este año: unas 67.000 personas completaron la
travesía entre enero y agosto, frente a las 6.465 que lo hicieron en todo 2020,
según la autoridad migratoria panameña
La mayoría son haitianos vienen de Chile o Brasil, adonde emigraron tras el terremoto de 2010 que dejó unos 200.000 muertos en su país.
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