Fuente: El Universal
Madrid.- Irreconocible, sin estrellas, muy endeudado... El Barça, prestigiosa
institución que dominó Europa a principios de la década 2010 vive una travesía
del desierto simbolizada por el 3-0 que le infligió el Bayern Múnich el martes,
un año después del terrible 8-2.
Los barcelonistas, que ahora tampoco tienen a Leo Messi, no han vuelto
a ganar un partido de Liga de Campeones desde el 2 de diciembre de 2020 frente
al modesto Ferencvaros (3-0).
Antes un fortín, el Camp Nou es ahora un terreno donde los gigantes de
Europa ya no tienen miedo y en el que el Barça ha perdido sus tres últimos
encuentros de Champions, encajando diez goles y marcando sólo uno.
Y la dura derrota frente al Bayern el martes, un año después de la
histórica debacle 8-2 en Lisboa en cuartos de final de la edición 2019-2020, no
ha hecho más que confirmar unas impresiones ya conocidas.
El Barcelona no había vuelto a empezar una campaña en Europa con una
derrota en casa desde 1997 (3-2 contra Newcastle), es decir, desde hace 24
años. Es también la primera vez en su historia en Champions, que el Barça acaba
un partido sin disparar ni una sola vez a puerta.
"Pobre Barça"
La prensa madrileña y catalana están de acuerdo en constatar el revés
azulgrana este miércoles. "Pobre Barça", tituló Marca, mientras que
para el barcelonés Sport es "La triste realidad" y el diario
deportivo en catalán L' Esportiu titula "Muy, muy lejos".
Una impotencia compartida por el icono blaugrana Gerard Piqué tras el
partido: "Es lo que hay, estoy convencido de que es un año complicado. Hay
que ser franco: no estamos entre los favoritos".
Según los medios catalanes, el presidente Joan Laporta y su círculo más
cercano mantuvieron una reunión de urgencia en las oficinas del Camp Nou por la
noche, tras el encuentro, sin anunciar ninguna decisión inmediata.
"El partido confirmó la impresión depresiva que en estos días
tiene atrapado al Barça (...) Un partido inútil y largo para el Barça, una
especie de corredor de la muerte al final del cual no había otra esperanza que
la derrota. Nadie podía esperar otra cosa", escribió Alfredo Relaño,
presidente de honor del diario As en su columna este miércoles.
Esperanza
¿Se debe dar ya por muerto al Barcelona o hay esperanza? Hay que
admitir que el club azulgrana ha tenido mala suerte antes de este debut
continental.
El Barça perdió a dos superestrellas en el pasado mercado con la salida
de Messi al París SG y la cesión de Antoine Griezmann al Atlético de Madrid.
Los numerosos lesionados, sobre todo en ataque (Ansu Fati, Ousmane Dembélé,
Sergio Agüero, Martin Braithwaite...), tampoco han podido ayudar.
Sus figuras, a imagen de un Jordi Alba que jugó enfermo y que se
lesionó, de un Sergio Busquets agotado o de un Sergi Roberto pitado a su
salida, ya no pueden sostener solas al equipo.
Y los jóvenes como Eric García, que falló en el gol de Thomas Müller,
Riqui Puig, Pedri, Óscar Mingueza, Álex Baldé, Yusuf Demir, Sergiño Dest o
Ronald Araujo, todavía tienen que acumular experiencia antes de pretender
rivalizar al más alto nivel.
"Me quedo con que han entrado chavales de 18 años. Es lo que hay.
Estoy convencido de que es un año complicado pero que acabaremos
compitiendo", afirmó Piqué el martes.
Algo que tendrá que hacer rápido el Barcelona en el grupo E, donde se ha quedado sin margen de error contra el Benfica y el Dynamo de Kiev.
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