Fuente: El Universal
Naciones Unidas, Estados Unidos.- El martes arranca
una Asamblea General de la ONU que estará marcada por la pandemia de covid, el
cambio climático y las tensiones diplomáticas de Estados Unidos con Francia y
China.
A diferencia del
año pasado, el encuentro se realiza en forma presencial y remota. Pese a que
las autoridades sanitarias de Nueva York dijeron que el encuentro estaba sujeto
a las reglas para los espacios cerrados, el titular de la Asamblea General,
Abdulla Shahid, dijo luego que para asistir bastaba con declarar que no se es
portador del virus, destacó AFP.
El primero en
hablar será, como es tradición, el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro.
Para la ocasión,
se anunció también la presencia de los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel,
y de Venezuela, Nicolás Maduro, pese a que Washington ofrece una recompensa de
15 millones de dólares por la captura de éste último, al que acusa de
terrorismo y tráfico de drogas.
Diplomacia candente
El discurso del
presidente estadounidense, Joe Biden, también el martes, despierta mucho
interés ante la candente realidad internacional tras el caótico retiro de
Estados Unidos de Afganistán, el choque diplomático con Francia y las tensiones
con Pekín.
Según una fuente
de su gobierno, el mandatario dirá que "no cree en la idea de una nueva
Guerra Fría con un mundo dividido en bloques" en el contexto de la feroz
rivalidad entre Washington y Pekín, sino que "cree en una competencia
vigorosa, intensa y basada en principios".
Biden va a Nueva York con un discurso de unión, de
acuerdo con este alto funcionario.
El mandatario
quiere que la comunidad internacional sepa que tras la partida de Afganistán,
que ofuscó a muchos de sus aliados, se "abre un capítulo" de
"diplomacia estadounidense personalizada, decidida y eficaz, definida por
la cooperación con aliados y socios para resolver problemas que no pueden ser
(resueltos) por la fuerza militar", dijo.
Respecto a la
tensión con Francia, Biden está "impaciente" por hablar por teléfono
con su homólogo francés, Emmanuel Macron, luego de que París pusiera el grito
en el cielo por una alianza estratégica entre Estados Unidos, Reino Unido y
Australia en el marco de la cual Washington proporcionará submarinos nucleares
a Canberra, echando por tierra un acuerdo para que Francia le abasteciera
submarinos convencionales.
Pero las
prioridades diplomáticas de Biden están claras: el martes sostendrá un
encuentro al margen de la Asamblea con el primer ministro australiano, Scott
Morrison, y a su regreso a la Casa Blanca recibirá al primer ministro
británico, Boris Johnson.
Johnson frustrado
A lo largo de la
semana están previstos foros para analizar los desafíos del medio ambiente
-este lunes- y la preparación para eventuales futuras pandemias -el miércoles-.
En un encuentro
sobre el clima, Johnson criticó a los países ricos por incumplir sus promesas
para hacer frente al cambio climático y movilizar 100.000 millones de dólares
al año a partir de 2020 para ayudar a las naciones más pobres a reducir sus
emisiones de carbono, minimizar el impacto del cambio climático y adaptar sus
economías.
"Todos
asienten y todos estamos de acuerdo en que 'se debe hacer algo'", pero "confieso
que estoy cada vez más frustrado porque aquello a lo que muchos de ustedes se
comprometieron está lejos de cumplirse", dijo Johnson, cuyo país será el
anfitrión de la cumbre climática COP26 en Glasgow en noviembre.
La queja se
produce después de que el jefe de la ONU, Antonio Guterres, advirtiera que el
mundo estaba en un camino "catastrófico" hacia un calentamiento de
2,7 grados centígrados, en base al último informe de la organización.
La cifra rompe con
el objetivo de temperatura del acuerdo climático de París, que apuntaba a un
calentamiento muy por debajo de 2°C y preferiblemente con un límite de 1,5°C
por encima de los niveles preindustriales.
Ninguno de los
líderes de los tres países más contaminantes -Biden, el chino Xi Jinping y el
indio Narendra Modi- estuvo representado en la cita.
Latinoamerica golpeada
En una América
Latina golpeada duramente por la pandemia, el grito que lanzaron los países de
la región en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC), que se celebró el sábado en México, no deja lugar a duda.
"Hay países
que todavía no tienen vacunas; ha sido injusto, abusivo (...). ¡Que nunca más
le vuelva suceder a América Latina y el Caribe algo así!", dijo el
canciller mexicano, Marcelo Ebrand, en su balance del encuentro.
América Latina es
la región más enlutada por la pandemia de coronavirus, con el 34% de los casos
y el 28% de las muertes a nivel global, cuando representa 8,4% de la población
mundial.
Sin embargo, se
espera que Bolsonaro, muy criticado por su gestión de la pandemia de covid y
quien no se ha vacunado, hable de la defensa de la demarcación de las tierras
indígenas, actualmente en estudio en el Supremo Tribunal Federal y denostada
por ambientalistas y dirigentes indígenas.
Además de
Bolsonaro -que se reunirá con Johnson y su homólogo polaco, Andrezj Duda-, en
la agenda del martes figuran el colombiano Iván Duque y el peruano Pedro
Castillo, quien culmina en Nueva York su primera gira internacional que lo
llevó antes por México y Washington.
Castillo se
reunirá con Guterres, con la máxima autoridad del Banco Mundial (BM), David
Malpass, y con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
La Asamblea contará además con la presencia de los presidentes de Costa Rica, Carlos Alvarado, y de Argentina, Alberto Fernández, aunque la presencia de este último estaba en el aire debido a la profunda crisis política que enfrenta en su país.
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